Me despierto de un largo sueño empedernido. Abro los ojos lentamente y respiro hondo para calmarme. Miro a mi alrededor, lo observo todo detenidamente, como si fuese la primera vez. Estiro los brazos suavemente, y con ellos, todo el cuerpo. Dejo escapar pequeños bostezos. Entonces me doy cuenta, y miro a mi izquierda. Y no veo rastro de ti, no me huele a tu fragancia ni veo tus ropas desparramadas por el suelo. De nuevo ha sido un sueño.
¡Vaya por diós! Un sueño... Quizás sea mejor así. ¡Me gusta tu blog!
ResponderEliminarHahaha muchas gracias Aimer ^^
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