¿Porqué sudas? ¿De qué tienes miedo?
Él se pensó la respuesta bajando la cabeza y dejando su acordeón en paz...
- ¿Que de qué tengo miedo?
- Sí, eso mismo.
Bajó la mirada de nuevo.
- De enamorarme.
- ¿Enamorarte?- burló su fornido jefe, quien siempre alardeaba de ser más fuerte que todos esos sentimientos.
El joven alzó la mirada contemplando el paisaje. Sí, de enamorarse.
- ¿Has visto esta preciosa vista? ¿Cómo el atardecer se cuela entre el horizonte y los tejados de las casa? ¿Ese rico olor a pan recién hecho, y esa armonía que se te mete por las venas al ver la alegría de este pueblo?
El jefe fornido caía más en su pensamiento sobre la locura de este chico.
- Sí, es bonito, te alegra los días... y huele bien. Como una mujer.
Muchas gracias por tu comentario jajaja un beso
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