Sanar y curar

   A veces, no sabemos por que ocurren algunas cosas, por que nos tienen que pasar a nosotros, o por que tienen que pasar en ese preciso momento. No lo sabemos hasta que comprendemos que hay algunas cosas que el destino lo ha querido así, por que el amor se ha pagado, la felicidad se ha desviado y las emociones se han caído. Nosotros no podemos hacer nada, ni podremos, no rezaremos por que sería algo imposible, una pérdida de tiempo, solo podemos pensar y esperar. Pensar, por qué habrá ocurrido, a quién y cuando, y solo así, pensando y esperando, obtendremos esas respuestas que tanto ansiamos. Algunas nos gustarán y otras no, pero hay que ser lo suficientemente maduro como para entenderlas, y poder con el tiempo superarlas. Por que algunas nos marcan, de por vida, y nada borrará esa marca, por que siempre quedará el rastro de aquella cicatriz, de aquella herida que tuvo que curarse, que fue causada por el destino. Y solo el tiempo, podrá hacernos olvidar todas las cicatrices que tenemos, y nos hará ver, todo lo bueno que poseemos.