Miles de gotitas

   Deja que las gotas de lluvia se deslicen por sus dulces mejillas, bordeándolas hasta caer al suelo por su precipicio la barbilla. Deja que la empapen, siente como lentamente una tras otra le van cayendo y como inspira el olor a pino húmedo, como disfruta de ello. Como le gustan los días lluviosos, el cielo es lo único que la entiende, pues ella también llora, y mucho. Y hoy lo hizo, y por eso está afuera, disfrutando de la pequeña tormenta, se siente identificada y comprendida. Deja que se entienda ella sola, solo ella sabe como es.